¿Cómo es tu pensamiento?

A lo largo del día pueden pasar miles de pensamientos por tu mente, tantos que al final del día, te es imposible no sólo contabilizarlos sino también recordarlos. Está claro que la memoria también tiene límites y que además, la memoria es selectiva.

Es decir, siempre ponemos nuestra atención en un aspecto en concreto en vez de otro. Pues bien, hay algo que quiero proponerte. Me gustaría que te respondieras con sinceridad y honestidad a la siguiente pregunta:

¿Cómo es tu pensamiento? Es evidente que el pensamiento no es de un color, ni de un tamaño, sin embargo, más allá de que los pensamientos no se vean a través de los ojos, lo cierto es que tú sí los sientes como el aire que roza tus mejillas en una tarde de primavera.

El pensamiento puede tener una cualidad. Ser positivo o negativo, es decir, puede hacerte sentir bien contigo mismo, orgulloso y alegre. Por el contrario, tus ideas también pueden conducirte a la derrota, a la sensación de inferioridad, al miedo y a la falta de autoestima.

Por ello, una vez que hayas respondido a esta pregunta, tienes que proponerte un objetivo. En caso de que tu pensamiento sea positivo, entonces, debes hacer un esfuerzo por mantener ese tesoro que te ayudará a ser feliz el resto de tu vida porque el optimismo es como un caudal inagotable de energía.

Por el contrario, en caso que te hayas dado cuenta de que tu pensamiento es negativo, simplemente, deberás esforzarte por apostar por el cambio, es decir, por modificar tu actitud ante la vida, ser más flexible contigo mismo, tener sueños y además, contagiar tu energía también a los demás.  No dejes de soñar y sé feliz porque sólo se vive una vez. No lo olvides nunca.