Hay muchos tipos diferentes de implantes. Se diferencian por su material de relleno (agua o silicona), su textura superficial (lisa o texturizada) y su forma (redonda o anatómica).
Solución salina versus silicona
En los años 80 hubo una gran preocupación por la seguridad de los implantes de silicona y la posibilidad de una asociación con enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y el lupus.
Estas preocupaciones han sido desestimadas desde entonces. La silicona es uno de los productos médicos más estudiados del mercado y se considera seguro.
Los implantes de solución salina todavía están disponibles y se pueden utilizar para el aumento de senos si la paciente tiene suficiente tejido para ocultar el implante, ya que tiende a ondular con el tiempo. Por esta misma razón, los implantes de silicona se utilizan con mayor frecuencia para la reconstrucción mamaria.
Suave versus texturizado
La superficie de los implantes puede ser lisa o texturizada (como el velcro). Este efecto ayuda a evitar que el implante se caiga y también puede ayudar a prevenir el aumento de cicatrices alrededor del implante. Las desventajas del texturizado incluyen implantes más firmes que son inmóviles.
Redondo versus anatómico
Los implantes pueden ser redondos o con forma de seno (llamados anatómicos). Los implantes anatómicos son todos texturizados, ya que deben adherirse a la pared torácica en la orientación correcta para evitar la rotación.
Los implantes redondos pueden ser texturados o lisos. La decisión sobre qué tipo de implante utilizar debe ser discutida con su cirujano plástico, ya que cada uno de estos diferentes tipos tiene ventajas y desventajas.