Los celos

Es muy difícil definir con exactitud los celos en cada uno de nosotros este sentimiento tiene diferentes formas. Además, muy a menudo tendemos a avergonzarnos de nuestra posesividad hacia sus seres queridos y por lo tanto, se tiende a ocultarlo a los ojos de los demás, tanto como a nosotros mismos.

Tanto es así que los celos no ayudan a sentirse bien, provoca enojo, frustración, ansiedad, dolor profundo. También a veces puede arruinar nuestra percepción de nosotros mismos: nos sentimos celosos y hasta ridículo cuando dudamos de los demás.

Cuando vivimos una historia de amor, que es natural para tratar de proyectar la felicidad en el futuro a partir de esto surge la necesidad de estabilidad. Los celos desnudan el temor sobre la amenaza a esa estabilidad.

Los celos son un sentimiento normal, una persona celosa no es probablemente un socio en el amor. Si es así no más se expresa, sólo puede conducir a un fortalecimiento de la unión. Sin embargo, como cualquier otro elemento de la afectividad humana, puede convertirse en patológico. Las consecuencias en sus relaciones románticas propias pueden ser muy graves, ya que  hasta los celos son un sentimiento que se puede manejar, pero no siempre es capaz de entender los límites de lo que pensamos o no aceptable.

¿Cómo limitar los efectos negativos de nuestros celos incontrolados?
En primer lugar, debemos recordar que ayuda alamor y a fomentar la confianza en nosotros mismos. De esta manera seremos capaces de reducir drásticamente el sentido de la agresividad y la ansiedad que a menudo se une a los celos.

Esta emoción son las raíces de nuestra inseguridad, y esto nos lleva a creer que la persona que amamos se quiere relacionar también con otras personas, porque nunca será capaz de hacerlo completamente feliz. Además, si una persona es, naturalmente, ansioso, el riesgo es que los celos pueden llegar a ser el vehículo para dar rienda suelta al tema de la mayor parte de este problema.